Entradas

Entrada destacada

Mis armas

Imagen
Unas Asics de outlet y cientos de kilómetros en las piernas, puede que cerca de mil ya. La versión gratuita de Spotify con los mejores éxitos del pop y rock español de los 90. Si el ánimo me aguanta, puede que incluso algo de punk. Éstas son mis armas, no quiero más. Cada semana la misma esperanza, cada día un poco de ilusión. Cada lunes, al pasar por la puerta de la prisión, a las 7:40, con la precisión de un reloj suizo, la misma decepción: otra semana más pasó. Hay tantas cosas que no he podido decir..., y, tantas que no he dicho porque no debo. Me queda el orgullo de haber cumplido con todos y cada uno de mis compromisos. Todos. Duro es, pero imposible no hay nada. Lo que se escribe se lee. Lo que hoy no tiene sentido, mañana lo tendrá. Cuando salgas de Münchhausen, en la puerta te esperaré. Soy más de Coca-Cola Zero que de Pepsi Light, soy más Oracle que de SAP. I miss you.

Por ellos

Imagen
Por los que ya se han ido y por sus familias. Por los que aunque no se han ido, no nos acompañan estos días. Por los que luchan con todas sus fuerzas contra una enfermedad grave. ¡Seguid así! Por los familiares que les cuidan. ¡Así se hace! Por los que alguna vez me apreciaron y ahora me desprecian. Todo bien, gracias por participar. Por los niños a los que un padre o una madre irresponsable, aparta del amor de su papá o su mamá. La alienación parental sí existe. Doy fe. Por Alejandro, mi hijo, al que le debo casi todo lo que ahora soy, aunque él aún no lo sepa. Papá hace mucho tiempo que se curó y te sigue esperando. Por los niños tutelados, injustamente separados de sus padres, por unos gobernantes malnacidos. Ojalá nadie abuse de ellos, al menos por hoy. Por los casi dos mil hombres que este año decidirán dejarnos durante su proceso de divorcio. Por nosotros, los que luchamos cada día por la igualdad real y contra las leyes discriminatorias por razón de sexo. Para que seamos y se no

Doce

Imagen
 Normalmente, cada cuatro años, nos gusta ver en televisión los Juegos Olímpicos.  Cuando vemos la carrera de los 100 metros lisos, nos parecen muy valientes esos corredores que salen al sprint para conseguir el oro en menos de diez segundos. Pero, ¿sabes una cosa? Para ser verdaderamente valiente hay que salir al sprint cuando la distancia es desconocida.  Para ser valiente, hay que luchar cada día para que las cosas estén un poquito mejor que el anterior. Tú saliste al sprint y ni por un momento te plantees volver hacia atrás. ¡Nunca! Procura que cada día, cuando te levantes por la mañana, las cosas estén un poquito mejor que el día anterior. Tu 12 cumpleaños es muy importante para mí. Tengo fe y esperanza en que durante este año, las cosas estén un poquito mejor que el año anterior también para mí. Tengo fe y esperanza en volver aunque sea un rato a un 12 cumpleaños de cinco años atrás. Carla, ¡muchísimas felicidades!  Y ya sabes, tú en mi equipo siempre.

Once primaveras

Imagen
Hace once años, la primavera se adelantó un mes. Hace once años, la primavera comenzó un veintiuno de febrero. Hace once años, la primavera floreció antes de tiempo y venció al cielo gris. Hace once años, la primavera ganó mi corazón y ensanchó mi alma. Hace once años, la primavera vino temprano, me despertó y me hizo salir de la cama. Hace once años, la primavera me hizo llegar deprisa, para verte crecer despacio. Desde hace once años y para todos los que nos quedan; Carla, tú, en mi equipo siempre.

Llora Madrid

Imagen
Viene la lluvia. Te marchas tú. Tú te marchas y vayas donde vayas, seguirás pisando fuerte. Si la acera se rompe, ya la pagará el Ayuntamiento. Tú pisa fuerte, que alguien lo arreglará. Sigue queriéndote y no dejes de hacerlo nunca, ni por nada, ni por nadie. Madrid llora un poquito hoy y nos dejas un agujerito en el corazón. No te olvides de nosotros y rellénalo de vez en cuando. Si la vida se pone alguna vez un poquito más fea, recuerda que el vaso tiene que estar medio lleno siempre. Decía Theodore Roosvelt que "donde estés, haz lo que puedas con lo que tengas". Gracias por hacer, gracias por estar. @emiclaramonte

Feliz Necedad

Imagen
Cada día, varias docenas de veces, tienes sitio en mi cabeza. No me leerás, al igual que no respondes a mis llamadas ni contestas a mis mensajes.  Pero, ¿sabes qué? No importa, porque, estás conmigo en la forma en la que nadie me lo puede quitar. Mil veces me equivoqué y otras mil me equivocaré. Nunca me importó reconocerlo.  Maldigo a todos y cada uno de los que, aún creyendo que hacían lo correcto, han perpetrado en ti el más miserable de los maltratos.  Nunca debiste estar en medio. Por eso, yo nunca te metí aún a riesgo de perder. Lo tenía igual de claro que lo tengo hoy.  Llegará el día en que tú solo veas lo que ahora no ves.  Sólo deseo que la psicopatía que te rodea no te haga sufrir demasiado. Yo sí sé lo que de verdad importa.  Aunque no me veas, aunque me oculten, aunque me sustituyan, aunque me impidan saber de ti, aunque te sigan engañando y asustando, siempre estoy ahí.  Fuiste, eres y serás la persona más importante de mi vida. Nunca me

He aprendido

Imagen
A no mendigar por una caricia. A no rogar por un "Te Quiero". A no pedir un beso. A no llorar por un perdón. A no reprochar una promesa rota. A no juzgar sin conocer. A no opinar sin saber.

5 de noviembre de 2017: dos años ya

- “Papá, me recoges mañana en nuestra casa de Ocaña y me llevas al Foster’s Hollywood de Aranjuez a comer, pero al Foster’s Hollywood, ¿eh?”. - “Vale, genial. Sobre la una y media te recojo. Hasta mañana”. Sonaba un tanto autoritario viniendo de un hijo hacia un padre; pero me valía, cualquier cosa me valía. No era momento para exquisiteces. Al fin y al cabo, después de más de dos meses haciendo lo posible y lo imposible, ni siquiera me lo podía creer. Llegó el 5 de noviembre de 2017 : una ilusión. Con puntualidad británica; bueno, adelantándome un par de minutos a la hora fijada, en verdad, fui a recogerlo. Los nervios tampoco me dejaron aguantar esos dos minutos extra. Abrió la puerta de casa con, lo que me pareció, mucha seguridad y una media sonrisa en la cara. Los dos nos montamos en el coche. De camino al restaurante, me dijo: - “Parece que ya me va a tocar estar más tiempo contigo” – me dijo. El alma se me encogió. A lo mejor era cierto y