Eres miserable, presuntamente
Por poner palitos en la rueda hasta hartarte.
Por presumir de empatía sin conocerla.
Por esconder la realidad y por distorsionarla a tu antojo.
Por creer tus propias mentiras y por hacerlas creer.
Por forzar a mentir para poder sobrevivir.
Por tus represalias salvajes.
Por tus dos varas de medir.
Por tener enemigos, siempre.
Por no respetar una opinión, nunca.
Por sobrevalorar la mierda e infravalorar lo razonable.
Pero, sobre todo, eres miserable por jugar con lo más sagrado.
Eres presuntamente miserable y eres presuntamente persona.
Presunta persona miserable: tu once de noviembre, algún día llegará.
Comentarios
Publicar un comentario